ponga cara de sorpresa al ver la tarta con todas las velas encendidas. sonría a los amigos y familiares que se han reunido para celebrar tan señalada fecha. sonría un poco más, con convicción, hasta que le duelan ligeramente las mandíbulas. cierre los ojos. en este punto puede dejar de sonreír para darle más solemnidad al asunto. pida un deseo. sólo uno. coja aire, aguante un instante la respiración y a continuación sople con energía toda y cada una de las velas hasta que se apaguen y espere.
espere. espere. espere. espere.
espere.
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No se cumplirá pero la emoción que genera...
ResponderEliminarPuede ser FELICITATS HILIA?... bueno, espero saberlo...
ResponderEliminarUn soplo de besos para ti!!!
Cortazarianas instrucciones. A mí siempre me ha parecido antihigiénica esa costumbre sopladora. Rocíe de gérmenes el pastel en pleno soplido.
ResponderEliminarLa alegría de tus cuentos es de las que te dejan congelada la sonrisa. No sabía que también escribías en cuento breve. Te funciona igual de bien.
Y espere hasta el año siguiente. O hasta que encuentre un trébol de siete hojas. Lo que ocurra primero.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡¡¡¡
ResponderEliminarSublime.
Mientras, espero.
!!!
Gracias :*
...y en la espera se pasa la vida...
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