Una de las razones por las que Helena y yo no podremos ser nunca amigas íntimas es porque ella es aproximadamente el doble de alta que yo. La gente suele arrimarse a los de su misma altura, ya que resulta más cómodo para el cuello. A no ser que se mantenga una relación amorosa, en cuyo caso la diferencia de altura constituye un factor erótico. Es decir: estoy deseando con todas mis fuerzas romperme el cuello por ti.
Nadie es más de aquí que tú - M. July
21 agosto 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ains, que maco!!
ResponderEliminar